martes, 24 de septiembre de 2013

Te odio. ¿Te odio? Ojalá.
No.
Ahora que lo pienso no debo.
El odio es un sentimiento tan fuerte.
La idea es no sentir nada.
Indiferencia, sí, eso es lo contrario al amor.
Pues diré entonces que me sos indiferente desde ahora.
¿Me crees?
¿Por qué me importa si me crees? Se supone que ya no existís.
Fallé.

1 comentario: