lunes, 1 de octubre de 2012

Ese beso

Y había soñado con ese momento por muchos meses, para ser más exacta ocho. Y cuando pasó fue mejor de lo que imaginaba. ¿Cómo puedo describir ese beso? Desde el comienzo...Lo acompañé hasta la puerta, nos quedamos mirando y reí, lo abracé con fuerza, como si mi vida dependiera de ello, con el significado oculto no querer dejarlo ir nunca de mi vida. El lo notó y se rió, yo levanté la cabeza para mirarlo y cuando sus ojos se encontraron con los míos lo supe, era ahora o nunca.

 ...

Fue corto, pero mágico. Es como que cuando yo había besado a otros chicos pensaba mucho las cosas, de hecho nunca me había perdido en un beso, siempre estaba muy alerta e incluso y no a mal pero pasaba que no podía cerrar los ojos (una maldita costumbre mía), también me pasaba que no me entendía del todo con la persona y entonces no se sentía bien.

Pero con ÉL fue todo lo contrario. Superó mis expectativas por completo porque me perdí, me perdí en ese beso que aunque solo fue de unos segundos me dejó sin aire y sin mente. No tengo idea de lo que pasó a mi alrededor mientras porque no estaba concentrada, simplemente no estaba, Paula estaba perdida. Se sintió tan bien, tan correcto, porque "cuanto te vi no te conocí, te encontré".

Después del beso encontré refugio de nuevo en sus brazos, pero esta vez con el corazón queriendo salir de mi pecho, creo, no, no creo, estoy segura de que nunca mi corazón había latido de esa forma, y para mi vergüenza el lo notó porque me dijo: "tenés el corazón a mil", yo sin saber que decir puse mi mano en su pecho y le dije que el de él no se quedaba atrás. Lo miré de nuevo y le dije: "Te odio, te odio". Él me apartó un poco, me miró y me dijo: "No, tu no me odias".

Ahora, una semana después me doy cuenta del significado de mis palabras. No lo odio, claro que no, ¿cómo puedo odiar a alguien que me hace sentir de esta manera? Odio lo que me hace sentir, odio que a pesar de lo mucho que hemos compartido él no pueda estar conmigo por completo. Y lo peor, y lo que más odio es haberme dado cuenta de que estoy enamorada de él. Y era yo la única que no lo sabía...

lunes, 6 de agosto de 2012


La Balada de la Cárcel de Reading (fragmento)
The ballad of Reading gaol; Oscar Wilde (1854-1900)

Sin embargo -¡Y escuchen bien todos!-
Todos los hombres matan lo que aman:
Unos con una mirada de odio,
Otros con una palabra acariciadora;
El cobarde con un beso,
El valiente con la espada.
Unos matan su amor cuando son jóvenes,
Otros cuando ya son viejos,
Unos lo ahogan con las manos de la lujuria,
Otros con las manos del oro;
Los más compasivos se sirven de un cuchillo,
Del cuchillo que mata sin agonía.
El amor de unos es demasiado corto,
Demasiado largo el de otros;
Unos venden y otros compran;
Unos hacen lo que deben hacer con lágrimas,
Otros sin un sólo suspiro;
Pues todos los hombres matan lo que aman,
Aunque no todos tengan que morir por ello.
Oscar Wilde (1854-1900)


Nemesis. 
Nemesis
, H.P. Lovecraft (1890-1937)

A través de las puertas del sueño custodiadas por los ghules,
Más allá de los abismos de la noche iluminados por la pálida luna,
He vivido mis vidas sin número,
He sondeado todas las cosas con mi mirada;
Y me debato y grito cuando rompe la aurora, y me siento
Arrastrado con horror a la locura.

He flotado con la tierra en el amanecer de los tiempos,
Cuando el cielo no era más que una llama vaporosa;
He visto bostezar al oscuro universo,
Donde los negros planetas giran sin objeto,
Donde los negros planetas giran en un sordo horror,
Sin conocimiento, sin gloria, sin nombre.

domingo, 8 de julio de 2012


A Elena.
Edgar Allan Poe.

Te ví una vez, sólo una vez, hace años:
no debo decir cuantos, pero no muchos.
Era una medianoche de julio,
y de luna llena que, como tu alma,
cerníase también en el firmamento,
y buscaba con afán un sendero a través de él.

Caía un plateado velo de luz, con la quietud,
la pena y el sopor sobre los rostros vueltos
a la bóveda de mil rosas que crecen en aquel jardín encantado,
donde el viento sólo deambula sigiloso, en puntas de pie.

lunes, 18 de junio de 2012

Dejar fluir las palabras

Palabras, muchas, sin sentido y algunas que no quiero compartir. ¿Qué siento en esté momento? Siento tristeza. ¿Les pasa qué hacen muchas cosas y a la vez sienten que no están haciendo nada? Bueno, es mi caso, a veces nos esforzamos por complacer a las demás personas sin pensar en nosotros, en lo que queremos y en lo que nos gusta. Y es que el mundo está diseñado así, aunque no nos damos cuenta; queremos que las personas a las que amamos se sientan cómodas, estén felices y hacemos lo que sea porque así sea y la mayoría de veces ponemos su felicidad por encima de la nuestra. ¿Y nosotros qué? ¿Qué hay de nuestra felicidad? Bueno, ahí estoy hablando de lo que se supone que le pasa a la gran mayoría de personas ya que esto no aplica conmigo.

Soy demasiado egoísta como para preocuparme por los demás, solo pienso en mi y puede que suene muy crudo pero pienso que debería ser siempre así. No es pasar por encima del bienestar de los otros, pero si pensar en mi primero, que yo esté bien, lo que a MI me gusta....Todo sería más sencillo. Pero, por más que me guste esto, si todos lo aplicarán sería el fin del mundo.

Den la mano a quienes lo necesitan, hoy puede ser por él pero mañana será por ti.

Para mi ya es muy tarde.